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19 ligion de Jesu-Cristo ; y esto creeria entender- se por ser amigos usque ad aras. Pero en la pluma mordáz y en las malignas interpretacio- nes del hermano Martinez, la proposicion pi- de otra respuesta. Es falso que el Obispo au- xiliar haya sido amigo del Rey José usque ad aras : esto es, hasta olvidarse de su sagrado ministerio , adulterar la palabra de Dios y prostituir la Religion en obsequio del Rey. Si en este sentido se pretende que el Auxiliar haya sido amigo del Rey José , es menester afirmar que miente con impudencia quien tal diga. El Obispo auxiliar no ha yisto jamas al Rey José, jamas le ha hablado, jamas le ha escrito , jamas ha pretendido de él la menor co- sa; jamas ha visto, hablado ni escrito á Na- poleon , ni pedidole proteccion , empleos ni dignidades. Si el Rey José le favoreció sobre manera, lo hizo por un puro efecto de su bon: dad; nó por haber precedido “educacion simul tánea , trato frecuente , conformidad de genios Ó caractéres, mútua beneficencia, ú otra de aquellas causas naturales que engendran y al: mentan la amistad. ¿En donde pues se hallz rá esta intimidad usque ad aras del Rey Jos y el Obispo auxiliar ? En la Religion santa de Jesu-Cristo, que manda amar al prógimo co- mo á nosotros mismos , y respetar y ebedece á los Reyes , en quienes reverbera la divim