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1 de sér celebérrimo Apóstol del vandalismo , fué el Auxiliar un contínuo predicador de las pu- ras y santas máximas del Evangelio. « Obediente y humilde vasallo de José...» dice el hermano Manuel que fué el Obispo au- xiliar; y dice una verdad bien pública. Desde la capitulacion de Zaragoza, desde que en las manos del Auxiliar hicieron juramento de o- bediencia y fidelidad los Aragoneses, fueron tan exactos en su observancia y se preciaron tanto de serlo, como habian sido valientes en la defensa de su territorio. El Auxiliar les da- ba egemplo con su doctrina y conducta, cum- pliendo las leyes humanas y divinas que lo pres- cribian ; y les fué muy bien asi, librándose de mucho mal. Mudóse luego aquel teclado, cesó aquella obligacion que religiosamente habian contraido; y gustosamente rindieron otra vez su obediencia y fidelidad al legítimo Soberano que la divina proyidencia , por uno de sus extraor- dinarios milagros les, habia devuelto, ¿ Qué tie- ne de vituperable esta conducta ? El hermano Manúel dice tambien , que fué el Auxiliar amigo del Rey José usgue ad aras ; y si esta proposicion la hubiera profe- rido cualquier otro hombre de buen espíritu, el Obispo respondería rotúndamente que es verdad + porque debemos ser amigos de todos los hombres . mientras no lo embarace la Re-

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