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262 se les suministraba del almacen en que se ha- llaban depositados al cargo de un virtuoso Sa- cerdote , capas , casullas , dalmáticas , albas , amitos , roquetes , cálices, patenas , custodias y. copones : de suerte que finalizada la guerra se hallaban muchas parroquias mas bien sur- tidas que antes de la revolucion. 15. Las Religiosas dispersas volvieron á reu- nirse en los conventos que no habian sido ar- ruinados por la tropa ; y en aquellos á que las desgracias de la guerra no habian llegado , tu- ve el consuelo de que se prestasen á mis rue- gos, y establecieran escuelas para niñas, con grande utilidad de los pueblos ; instruyéndose aquellas criaturas no solo en los principios re- ligiosos , sino tambien en las labores domésti- cas, pará ser despues unas búenas madres de familia , que educaran sus hijos en el santo temor de Dios y servicio de su patria. A los Cabildos catedrales sírvase V. pregun- tarles ¿ quién sacó á muchos de sus individuos, y en alguna catedral 4 todos, de los castillos y cárceles á que injustamente eran conduci- dos; y 4 quién deben haber vuelto á sus Igle- sias para continuar el culto del Señor en el coro y el altar? Pregunte V. á tantos Sacer- dotes , á tantos Párrocos, á tantos hombres honrados, que por el dictado de pudientes eran detenidos en la capital, con evidente perjuicio