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A E AI NT 222 rehusase cumplirla, bajo el inaudito pretexto de no éstar obligado ? Supongamos tambien que la agresion de las tropas francesas haya sido la mas injusta. En este caso, pregunto, ¿debiera Zaragoza conducirse de otro modo? Hizo ciertamente para su defensa aun mas de lo que debia, sin estar obligada 4 imitar la bárbara conducta de los antiguos Saguntinos, Calagurritanos y Numánticos. Hizo mucho mas de lo que han hecho otras ciudades de Espa- ña , sucumbiendo como ella 4 una fuerza ma- yor : y enfin hizo mas de lo que hará Valen- cia, cuando la toque su turno de ser sitiada. Sí, Señor : yo se lo aseguro á V. sin ser profe- ta, Zaragoza despues de haber asombrado al mundo con su heróica defensa, ofreció en su capitulación jurar , y juró como debia , fideli- dad al nuevo Soberano José Napoleon. ¿ Pudie- ra V, pretender que la invocacion del nombre santo y terrible de Dios en comprobacion de lo que se pacta , no obligue en conciencia ? ¿ Pensaria V. que fuese lícito jurar una Cosa con la boca, y restringirla ó negarla con el corazon ? Quien obrara de un modo tan dolo- so , ¿ podria engañar á Dios que pone por tes tigo ? ¡ En qué abismo no se sumiria el mun- do con tan absurda doctrina ! Oyga V. ahora el juramento que prestaron todos los individuos de la República italiana , proponiéndolo y apro-

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