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RS Pi IAS AN y A : ho 214 tierra, Yo solo, interpuesto entre las necesida. des del Pueblo, y los cañones, sables y bayo- netas del enemigo , he proferido altamente ver. dades sobre modo amargas para los malos, y de consuelo sumo para los virtuosos atribulados. No he hablado en oculto, 6 aguardando como esos Señores á poner el mar de por medio, si- nó en el Templo, á donde los enemigos concur- rian, y. en las conversaciones particulares, y en discursos impresos que andan en manos de todo el mundo.-Sí., no obstante esto , los Fran= ceses y lejos de perseguirme ó de hacerme mal, me han respetado y.favorecido, ¿cómo podrán probár la persecución personal que-cohonesta- ria. su fuga los Prelados ausentes ? ¿ Cómo han de merecer el concepto de Pastores buenos, y evitar la nota de mercenarios con que les de- signa el Evangelio? ¿Quiere V. saber ademas el gran número de eclesiásticos y seculares que hemos sacado de las cárceles de Zaragoza; de los castillos de Jaca y Pamplona, ó del des- tierro á Francia á que se veían condenados ? Pregúnteselo á los Cabildos de Barbastro , Hues- ca, y Zaragoza , y le dirán que apénas tienen un indivíduo que no' le hayamos restituido á su. Iglesia. Pregunte ¿. cuántos Párrocos, Re- ligiosos, Caballeros distinguidos, Labradores y Menestrales han debido: beneficios señalados á este pobre ministro del Señor ? Pregunte ¿ 4
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