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205 la juzgase Jesu-Cristo , supremo Pastor de los Pastores , Ó el sumo Pontífice su vicario en la tierra, ó el Concilio nacional que espero me conceda Dios ver todavía celebrado en España. Estos son los tres jueces que. me parecen legí- timamente autorizados para juzgarla : los demas Obispos en particular, solo podemos dar nues- tro dictámen , viéndonos en necesidad de ha- cerlo. Vos me coegistis; y asi. voy á decir mi Opinion , la cual se reducirá á manifestar la doctrina que sigo, tomada de los santos Libros del antiguo y nuevo Testamento. Oyga V., Padre mio, y que escuchen,esos Señores con pavoroso respeto, la yoz terrible de Dios arti- culada por el profeta Ezequiel. «¡ Ay. de los « Pastores de Israel (dice) que se apacentaban « á sí mismos, y no á mi rebaño! Mis ovejas « se dispersaron por no tener Pastor, y han sido « deyoradas por las fieras del campo : andaban « errantes mis rebaños por collados y montes, « se perdian sobre la superficie de la tierra, « porque faltaban los. Pastores que debian re- « cogerlos y apriscarlos. Oid pues , Pastores, « la palabra de Dios: oíd lo que os dice el « Señor vuestro Dios: Yo, Yo mismo sacaré « mis ovejas del poder de S Pastores , y les « haré cesar en su ministerio. » Mec dicit Do. minus Deus: Ecce ego ipse super Pastores re- quiram gregem meum de manu ecorum , el ces- o AG a ia A ic in ii z 4 1 Ú pes HN: dicimicino E LE

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