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187 repente en mano compasiva , y dicta al augusto Príncipe una tarta suplicatoria, al mismo tiem- po que maneja con el Padre-el figurado per- don del Hijo, y. pretende el título de conci- liador benéfico de la familia de sus Soberanos que-ha revuelto y deshonrado. Todo lo consigue, porque todo, para eterna confusion de Espa- ña, lo podia. Trasládase la Corte súbitamente á Aranjuez , meditase alli la fuga del peligro que está encima , el pueblo la siente. y al fin despierta de su letargo: clama , ataca y derri- ba aquella estátua de Nabuco, que no sostie- ne el «peso de sus ricos metales. Alli acabara su vida infame , sino acudiera á socorrerle: el oprimido y calumniado Fernando. Sálvase el malyado , y Carlos 1V sobrecogido renuncia la corona, que el Principg. su hijo acepta .con júbilo universal de la Nacion, viéndole en po- cos dias acusado , arrestado, libre , heredero y poseedor del trono. Derribado' el Valido y lleva- do con respetable escolta al fuerte de Villavicio-- sa, se presenta el nuevo Rey en la capital, de que ya se hallaba apoderado Murat con el egér- cito frances. No necesita guardias el Principe amado, ni aparato y ostentacion real para. ins- pirar respetó al extrangero, que le ve rodeado y sostenido por todos sus vasallos. Mas en.me - dio de las aclamaciones populares sobrevienen nuevas desgracias al jóven Principe. Declara
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