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175 quidacion y asiento de las sumas. En una pa- labra, lo que se ha trabajado para establecer el buen órden en todas las cosas y desterrar los abusos, lo sabe Dios, de quien únicamente se espera el premio. Baste decir que personas de la mas alta gerarquía me han denominado Ex INFATIGABLE, porque ciertamente si me hu bieran intimidado los rios, ó detenido los pan- tános, la aspereza de las peñas , la vista de los precipicios y la inclemencia de los elementos, no pudiera ahora exponer con verdad, que en un arzobispado tan vasto comio el de ZLarago+ za, no queda ciudad, villa, lugar ni aldea, en donde no haya estado personalmente, en don de no haya predicado, confirmado y visitado. No extrañará el P. Callosa que para obrar todo lo susodicho, haya tenido que andar mas de seiscientas leguas, no por caminos rectos y aliñados, sino las mas veces por tortuosos é impracticables , atravesando de unos lugares 4 otros, ya á pie, ya á caballo, ya en coche, se= gun lo permitian la llanura ó la aspereza de los terrenos : ni que en unas partes haya encón- trado casas grandes donde alojarme, y en otras habitaciones miserables, habiendo estado'én to- das; pero conviene que sepa he pagado siempre mi alimento , y no he sido grayoso á'ricos ni á pobres : he consumido el tiempo en trabajar, y no en banquetes ó juegos inútiles : he dado