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175 evangélico. Hubiera en ella visto y oido predi- car tres, cuatro, cinco, seis, siete y mas veces cada dia; confirmar no solo á los adultos des- pues de confesados, sino tambien á los párvu- los adornados de la inocencia bautismal; no solo 4 los sanos que, venian á las parroquias, sino tambien á- los enfermos, ricos ú pobres, que era preciso buscar en sus casas Ó en sus pocilgas, ya entrando. en habitaciones decentes en las villas y ciudades, ya en chozas y caba- ñas pobrísimas en los campos y entre las con- cavidades de las peñas. ¡Cuántas veces seme ha visto con la mitra en la cabeza, una rodil- la en tierra y los ojos bañados de lágrimas., administrar el santo sacramento de la Confirma- cion á criaturas plagadas de viruelas y echadas por el suelo, entre pajas ó andrajos infectos, y socorriendo luego á sus pobres padres con al- guna limosna! Hubiera aprendido tambien el P. Definidor,á examinar como corresponde las fábricas materiales de las Iglesias, las imágenes y reliquias de los Santos, las.aras, vasos y de- mas utensilios del templo, para reformar lo de- fectuoso, retirar lo indecente, excluir lo falso y alabar lo bien proporcionado : hubiera apren- dido 4 mirar escrupulosamente, una por una, las capas, casullas, dalmáticas, albas, amitos., roquetes y demas ornamentos del guardaropa de la Iglesia, para atender á la mejor, conser» Ñ cd
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