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138 tios era inevitable que las bombas, las grana. das y las minas soterráneas arruinasen las casas y los témplos sin distincion. No fué poca for. tuna que todas las parroquias quedaran ente. ras, excepto la de Santa Engracia, propia del obispado de Huesca, que se hallaba en un mo. nasterio de Padres Gerónimos. Empero el Ami» zonense estaba entónces fuera: de la capital, cumpliendo como debia las órdenes del Arzo- bispo; y lejos de tratar con los gefes del egér- cito frances, huía de ellos como del diablo, Dedir que los susodichos sacrilegios se come- tieron despues de sometida Zaragoza y de ha- ber sido llamado el Auxiliar, es faltar á la ver- dad. Uno de los artículos de la capitulacion establecia el respeto debido '4 los templos y sus ministros, el cual se observó fielmente. Acaba- ron de demolerse algunos conventos medio ar- ruinados, y desamparados de los Religiosos y Religiosas; pero antes se recogieron ,-almace- naron, y pusieron al cuidado de varios Sacer- dotes y otras personas designadas por el gobier- no, los ornamentos, vasos sagrados, altares é imágenes de los Santos. ¿En donde pues, por quien y cuando se cometieron los expresados crímenes ? Respondiendo el Obispo por los Es- critores de la carta latina, dirá que por. los Franceses en el templo de N.: $. del Treme- dal, en-el de N.* S."* del Aguila de Paniza, en
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