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2 de que por la misericordia divina nos hallaba- mos muy distantes. Ni por aquel tiempo, ni despues , recibí la menor contextacion del R. P. Comendador, ni de V. R. Pensé que mi carta se habria extraviado, ó que habiendo llegado á su destino no habria parecido escrita segun el espiritu de Dios, ó enfin que no merecia res- puesta. Todo podia ser; y teniendo por con- yeniente mudar de domicilio , salí luego de Mompeller ; y como pacífico peregrino , no in- comodando á nadie, pagando mi posada, y si- guiendo mi viage alegremente, llegué á este hermoso pueblo con salud. En él permanezco para servir á Dios y á V.R., y alegremente vuelyo á decir, porque asi me lo encarga $. Pa- blo por dos veces : Gaudete in Domino sem- per, iterúm dico gaudete. Seria en verdad un ingrato á los innumerables beneficios de mi Dios, si no bendigera con toda la alegría de mi co- razon sus grandes misericordias. El Señor me concede una salud perfecta, tranquilidad im- perturbable , buena habitacion, mesa frugal. Tengo un devoto oratorio dentro de casa : no me faltan libros, ni la agradable compañía de un Español instruido para salir al campo y dis- frutar el hermoso espectáculo de la naturaleza, queme refiere la gloria de Dios en los cielos, y ostenta en el firmamento la obra de su omni- potencia. Veo las cumbves de los Pyrineos cu-