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196 edificante, ¿cuán marchita no habrá quedado con las atroces y abominables calumnias estam- padas de intento en su insolente y escandaloso folleto ? ¡ Temeraria osadía de un frayle venal y ambicioso! ¡Imputar «crímenes contra Dios, contra la Patria y contra el Rey, 4 un: Prelado venerable por su ancianidad, por su dignidad eclesiástica, por su doctrina y condutta egem- plar, antes de habérsele formado proceso para indagar siquiera” si ha sido ó no delincuente! ¿En qué .pais del mundo, por mas bárbaro que fuera, se sufriria la impresion yy divulga- cion' de infamias tan destornilladas? Cuando la causa estuvierá abierta ante el tribunal com- petente, cuando teniendo justos motivos de in- coarla se hubiera citado al reo, oido sus des- cargos, examinado los testigos, explorado sus tachas y visto los resultados; ya entónces po- dria haber un título para aplicarle la pena es- tablecida por las leyes, y para llamar criminal al convicto ó confeso de algun delito. ¡ Empe- ro llamar gravisimamente criminales á los reos antes de tener probados sus delitos, antes: de haber recibido sus descargos, antes: de citarlos para instaurar los procesos!.¿Y por quien? Por un frayle motilon, que nies fiscal. nom- brado, ni magistrado constituido! ¿Y contra quien ? ¡Contra sun anciano Obispo que: tiene demostrada yna conducta irreprehensible: de AA A O ! Ú Ñ l