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122 oido cierto rumor de internar á los Españoles residentes en este departamento. — Abreviaré enanto- pueda (respondió el Auxiliar), pero el asunto es gravísimo, y conviene apurar la yer- dad. Tomada la posesion con la tranquilidad susodicha,+salió luego de Zaragoza el Obispo, para hacer su entrada pública en la Iglesia de Huesca, el mismo dia que el General Gober- nador de Aragon pasaba á aquélla ciudad. En este acto quiso dicho Gobernador honrar al Obispo, y luego que llegaron allá, practicadas las ceremonias que se acostumbran en semejan- tes Ocasiones, asistió aquel con los Oficiales ge- nerales de su séquito y con los demas fieles á la plática que predicó el nuevo Prelado en-la Catedral; despues de haber jurado á la puerta de la misma la observancia de los privilegios del Cabildo, y renovado en presencia de todos los circunstantes la justísima protexta de impe- trar las bulas pontificias para su confirmacion. A a 4 Esta circunstancia notable la pasan en silencio el hermano Manuel y los informantes : tal yez porque no les acomodaria declararla para sus indignos fines; empero el Obispo mandó al No- tario que la expresase en el registro de la to- ma de posesion. Pagáronse todos los derechos, aunque en verdad algunos eran bien torcidos; se satisficieron todas las propinas; se agasajó al Clero y personas principales de la ciudad con

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