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96 donde debieran pasar las resoluciones, y evi» tando de esta suerte que se ocasionasen cismas, se levantasen altares contra altares, se fulmi= nasen excomuniones,. y se cometiesen otros des. órdenes de los que por desgracia se vieron en aquellos tiempos tan -borrascosos; pero sin in trusarse jamas á egercer el menor acto de juris. diccion en los otros obispados. Muy difícil pa- rece que en el arzobispado de Zaragoza, en el obispado de Huesca y en los demas de Aragon, haya podido dársele otra "inteligencia al nom- bramiento de que al presente tratamos. El An- xiliar mismo lo habia comunicado en este sen- tido 4 varias Iglesias catedrales ;,y esto, y no otra cosa, era el significado de Gobernador ecle- siástico general. Le estaba reservado al carita» tivo Mercenario, que dice está pronto á dar la vida por la redencion de sus hermanos, encon- trar una interpretacion tan maligna al susodicho éncargo. El solo ha sido capaz de censurar la edificante conducta del D.*” Segura, sin que nadie le pidiera razon de tan venerable Sacer- dote, ni viniera al caso su acriminacion para lo que se trata. El D.* Segura era un Párroco estimadisimo por su virtud y ciencia en la Igle- sia de Valdealgorza, cuando el Obispo, auxiliar estuvo en aquel pueblo > luego fué nombrado Canónigo de Zaragoza , y últimamente ascen- dió 4 la dignidad de Dean. A este hombre, el

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