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ANC IA DA H A A Sd Tao io o % 4 4 ml el ee 16 E O EA 7 MADONNA APRO MARI NN «e li 94 descarado wilipendio, no se contenta con kha- blar él solo, sino quiere que lo digan tambien los Gobernadores eclesiásticos de las Iglesias de Aragon: Estas son á la letra las palabras de uno de ellos: « Puedo asegurar con toda verdad, ce cc ce «C « «Cl «e ec 4d ec cc ce cc « ce ce cc cc cc ec <c ce as « que V.-S. L siendo Gobernador eclesiástico de Zaragoza, ni aun teniendo el connotado de general del reyno, no egerció en este dbis- pado jurisdicción alguna, ni judicial, ni es- piritual, ni gubernativa, ni de oficio, ni á instancia de parte; mi.aun se supo. en este gobierno por comunicacion de oficio de V, S. L su nombramiento de Gobernador gene ral, de cuya noticia se hubiera tal vez care- cido, gino es por la enunciativa de la gaze- ta, y de una órden impresa sobre vacantes de que dejó un egemplar el Comisario de policía en una de las veces que estuvo aqui. Recuerdo que en-tal calidad no me comu- nicó V. S. 1. sino una” ú dos órdenes del go- bierno frances relativas á materias eclesiás- ticas, pero sencillamente; y si yo cuando €s- taba expedita la comunicacion de aqui á Za ragoza escribí alguna wez de oficio á V. S.1. por no comprometerme en el uso de mi ju: risdiccion , recuerdo tambien que sus res puestas fueron menos de oficio que una ex- posicion de su dictámen particular, que no precisaba al cumplimiento. »