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gr meditar los Libros santos, sino los Autores taz chados de poto religiosos : Ex fructibus eorum cognoscetis eos. — Admiro, dijo el Obispo, la eficacia de la gracia de Dios en el gran corazon de S. Pablo, y venero con el respeto mas profundo las obras y palabras de nuestro amable Salvador Jesus. He pretendido únicamente con lo poco que he apuntado sobre la mala fe del hermano Mar- tinez, advertir á los que V. comunique esta conversacion, la- que se debe dar á los 'infor- mes que dice aquel haber recibido. No seria muy extraño discurrir que le habrán dado tam: bien informes buenos de la conducta del-An- xiliar, y que no acomodándole publicarlos pa- ra sus interesados fines, los habrá omitido. ¿Quien sabe si habrá buscado de intento en los varios sucesos de unos tiempos tan borras- eosos, aquellos hechos que le hayan parecido mostraban algunos lunares en la vida tersa y transparente del Obispo? Empero estos preten- didos lunares, estas manchas y defectos desa- parecerán, luego que se presenté la verdad con toda su pureza, y se refieran las cosas como pasaron, Dos crimenes gravisimos, en el concepto del hermano Manuel, sé le imputan al Auxiliar: el primero, haberse declarado Gobernador ge- neral eclesiástico de todos los obispados de Ara-