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74 y ofrecemos las obras de aquel dia al“Señor, a quien fieles adoramos. El Angelus decimos á María, y despues recitamos sin demora la de todos los santos letanía. Terminada, pasamos una hora de Cristo los dolores meditando, y su muerte y pasion aterradora. Unas veces contemplole sudando gruesas gotas de sangre allá en el huerto su caliz de amargura contemplando. Otras veces lo miro casi muerto en la cruz afrentosa, ó azotado, herido, desangrado, casi yerto. Ya le veo vilmente despreciado por la turba furiosa é insolente, ó con duras espinas coronado. Y al verlo tan humilde é inocente, maltratado, lloroso, y escupido, siendo yo pecador el delincuente, 'A sus plantas me postro compungido, y llorando mi vida extraviada, de mis culpas perdones mil le pido. Una vez la oracion ya terminada, . el coro dá principio al santo oficio, cantando Prima y Tercia en voz pausada! Y antes que se acabe este ejercicio con las vestes sagradas preparado á ofrecer de la misa el sacrificio, El ministro de Dios ha ya llegado al altar, do en la forma acostumbrada
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