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43 ¡Qué dicha habrá comparable A la de ser de tí amada Y como esposa adorarte! ¡Oh qué de gozos y bienes Al alma tu amor le trae! ¡Qué embeleso, qué dulzura, Qué encantos tan inefables! ¿Oh! si un príncipe terreno Cruel quisiera oblivarme A que aceptara su mano O'á qué dejara de amarte, Qué ufana la despreciara Por tí! por serte constante! Pues, ¿con tu amor comparadas Cien mil coronas, ¿qué valen? ¡Nada, nada, Vida mía, Nada, nada es comparable A tus divinos consuelos, A tus gracias celestiales! 'Oh, qué deleites tan puros, Qué dulzura tan siave Experimenta mi pecho Cuando tu amor en él arde! Que esos rayos encendidos (Jue de tu corazón salen, Den pábulo á mi ternúra, Al mío en tu amor inflamen. Y en solícito desvelo De tu lado no se aparte, Ni de tu alma mi alma, Ni de mi mente tu imagen.