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201 Conrado Noestan grato el manjar al pobre hambriento ni el reposo al enfermo atormentado, ni el bullir de las fuentes al sediento, ni la sombra al viajero fatigado, _ni el más rico tesoro al avariento, ni al labriego su sueño descansado, como á mí me será ver en los Cielos el objeto felíz de mis anhelos. Raimundo ¿Quién explicar podrá la melodía del himno divinal y misterioso que entona la más alta gerarquía al Eterno, con canto armonioso? ¡oh santa y amigable compañía! ¡oh música y cantar maravilloso! ¡oh mi Dios! pase pronto lo que pasa, y amanezca ese día por mi casa. Conrado Mucho más dulces que sabrosas mieles será ver de María el rostro amado: nunca tan bella faz diestros pinceles sobre el lienzo precioso han dibujado; nunca jamás del genio los cinceles semblante como el suyo han bosquejado. ¡Oh María! Tu serás allá en los Cielos el blanco celestial de mis anhelos. ; 26