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200 Raimundo A em » AÁCuándo, mi Dios, será que en el Oriente amánezca aquél día deseado que ponga justo fin á lo presente, y el curso de mis males terminado, levante yo cabeza, y prontamente á tu gloria me vea sublimado? ¡oh mi Dios! pase pronto, lo que pasa, y amanezca ese día por mi casa. Conrado Oh qué gozo será, alma! el hallarte en aquel ancho puerto tan seguro, volver aquí losojos, y acordarte del ciclon, la tormenta, el grande apuro de esta navegación, donde estrellarte quiso el infierno con embate duro: ya, dirás, los peligros se pasaron: los trabajos y penas se acabaron. Raimundo Entonces gozaré, Dios de mi alma, gozaré de la paz el dulce fruto; allíno hay tempestad, siempre habrá calma en tídescansaré, Bien absoluto; - Á tus piés depondré corona y palma, y de amor te daré eterno tributo: ¡oh mi Dios! pase pronto lo que pasa, y amanezca ese día por mi casa,
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