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] al O ELO A PE, escondida á los mundanos; te ví remontar el vuelo, . te ví tornar á bajarlo, te ví acercarte á un arroyo de raudal encenagado, te ví comtenplar sus aguas, Ñ y, porque te daban asco, te ví del arroyo huir. te ví volver á buscarlo, y otra vez retroceder, y Otra tornar á su lado. Entonces, compadecida de tu sed y de tu engaño, voz divina y misteriosa que bajaba de muy alto te gritó: «Pobre Paloma, ¿qué buscas? qué estás mirando? Aunque la sed te devore, no hebas en esos charcos, que sus aguas son de muerte, no de vida ni regalo. Otras aves engañadas á beber aquí bajaron, y bebieron en sus aguas remordimiento5 amargos, y pesares, y desdichas, y Crueles desengaños; que nunca esta fuente dió _lo que las almas soñaron.» «En esta engañosa fuente de los placeres mundanos MS - 1 A y x 4 de Ad sd A a dl id e