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mis dulces alegrías; pues me dieron los años amargos desengaños; y penas y dolores y culpas y temores el cielo de mi dicha oscurecieron, y en densa oscuridad me sumergieron. ¿Como no he de llorar mi bien perdido? , ¿Como no gemire, viendo infancia ; con su puro candor desvanecido, como flor que ha perdido su fragancia? todo despareció; ya solo queda 4 vago recuerdo de la edad pasada; y... que recuerdo!, Pastorcita amada! á Un redil y un aprisco misterioso; > 8 un valle delicioso $ y una oveja inocente ñ por su dulce Pastora acariciada. Después... recia tormenta que destruye el aprisco: una oveja sedienta que va de risco en risco pérdida, extraviada, dejando en los zarzales espinosos de su lana blanquísimos vellones, sin oir tus silbidos amorosos, ni gozar de tus dulces bendiciones, hasta que tú, piadosa, , y Ta buscas cuidadosa,