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— 10— » Porque puedo serte infiel: Oh que ámargura! que hiel! Aquí lloro sin consuelo, Por verme pronto en el cielo. EN LAS DELÍCIAS DE LA SOLEDAD nos cónduce al de sierto donde atraido por el sonido de una campana llegamos á un agreste convento; y allí, Al pié de la colina A descansar me siento fatigado Bajo robusta encina, * Y observo con cuidado Dos monjes de la cerca al otro lado. Y nos hace asistir á la celestial conferencia de Fr. Julio y Fr. Alíredo, enla cual dicen dela soledad loores, que ninguna líra los cantó mejor. Compara dos con la quie tud de “aquella soledad, ¿Qué valen las ciudades, Sus músicas, sus fiestas, sus salones, Sus muchas vanidades, Sus lacas diversiones, Si allí no tienen paz los corazones? ni dis y Aquí entre los arbustos, En oyendo cantar la filomena, Se acaban los disgustos, Huye velóz la pena, Y el alma se extasía y enagena. de Qué hermoso! como alfombra 0 Menuda florecilla nuestro suelo! El árbol nos dá sombra le * Y lasaves del cielo, Con sus trinos nos llenan de consuelo. - ISoledad venturosa, Do libre del bullicio y la Pe Mi corazón reposa! e OR Eresme tú tan cara,

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