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HO tu piedad, Pastora, invoco; pues si pequé, como loco, me arrepiento, como cuerdo. A tus piés está de hinojos, esta ovejuela perdida; témplense ya tus enojos, y:á mí, Pastora querida, vuelve tus benignos ojos. Mi cuerpo y alma te entrego, mi vida y mi corazón; llorando á tus plantas llego, y humildemente te ruego perdón, gracia y bendición. Y en la hora de mi muerte asísteme, Virgen pía; goce yo dichosa suerte, y en aquel tremendo día tenga la dicha de verte. Y si yiene el lobo airado, diciendo que yo soy suyo, hazlo huir con tu cayado, y llévame, pues soy tuyo, al cielo junto á tu lado, Junto á tu lado en el cielo, ¿cuándo, cuándo me veré? ¿Cuándo dejaré este suelo? ¿Cuándo me remontaré á tu trono en raudo vuelo? Mientras no llegue ese día. en que yo á tu lado esté, esta triste vida mía,

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