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105 Ya, cobrando aliento y brío digo á mi Pastora amada: la voz del corazón mio “y estos versos que te envío recibe, Madre adorada! Himnos quisiera cantarte de amor, honor y alabanza; pero debo confesarte que el númen mio nofalcanza, linda Pastora, á ensalzarte. Más tú, gloria de Sión, y sol de la poesía; un rayo de inspiración infunde en la mente mía, que dé vida á mi canción. ¡Salve, Zagala donosa, ' Hija del eterno Padre! Salve mujer misteriosa! de Dios Hijo digna Madre, del Santo Espíritu Esposa. Eres, Pastora, el encanto de los ojos quete ven; del infierno eres espanto, y del Dios tres veces Santo, tres veces santa también. Eres, divina Pastora, más pura que son las flores de fragancia embriagadora, cuando esparcen sus olores, al amanecer la Aurora. La rosa más encarnada,