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lll~J'ORIA J)II 1()', ( ONVI N I OS CAl'lJC'I IINOS DI, 1A l'IWVIN( IA Dli l. ~AC .J{A l )O COl <AI.ÓN l)Jó JF.SUS D I CAS I 11 I A H()c¡ 11, t: de l637, con la condición de q ue en la nueva iglesia tuviese e l san to ca pilla aparte con su imagen. Dos meses después, encontraron los capuchinos bienhecho res insignes que se o frecieron a levantarles iglesia y convento: D.Antonio de Cont, eras, < 'onde de Cobatillas y su mujer, Dª. María de Azmezquita y Guzm:ín. u · 1,an construir en la iglesia una digna sepultura para sus antepasados, cu o, ,estos reposaban en la ruinosa iglesia de San Pablo. e l P. Provincial, Cristóbal de Morentín, y e llos firmaron e l 14 de 110 v1embre de 1637 la escritura de patronato. Se comprometían aque llos a h 1 n ;r iglesia y convento; a rreglarían una huerta y le pondrían cerca. D ' hn¡o del a ltar mayor pondrían su enterramien to en una cripta; gozarían d • u1111 11 1buna que diera a la iglesia y de una casa al lado que, a la mue rte de los fu11 dadores, pasa ría a ser enfe rmería de los re ligiosos. Por parecer la estancia destinada para _enfermería muy lujosa, los re li giosos renunciaro n a ella. La enfermería la harían en el piso bajo de l con– vento. Las cláusulas fueron modificadas por nuevas escrituras en 1642 y 1644. La primera piedra la puso e l citado obispo, D. Mendo de Benav iclcs, en 1637. E l Santísimo se trasladó desde la catedral pocos años después, cele– brando luego una solemnísima octava en la que predicaron: el Obispo ele Sc– govia. fr. Pedro de Tapia, dominico, y los PP. Alejandro de Valencia, Juan d · Ocaña y Leandro de Murcia. Junto a la cripta había un alta r y oratorio, con muchas re liquias. El agua para el riego de la hue rta fue concedida gratuitamente por la ciu dad el 6 de julio de 1642. El primitivo convento sería destruido por un incendio en 1789 y por 01ro en 1790. El convento levantado poste riormente a estos siniestros se conserva hoy casi igual que lo dejaron los capuchinos en la exclaustración de 1835. S • ha conservado también la casa de los fundadores, así como la iglesia primi– tiva, pequeña, de una sola nave, con capillas laterales amplias. Existe una gran lápida empotrada en la pared a la izquie rda de la entrada en la que sc na rra la historia de la fundación. E l titular era san Buenaventura. D e él había en e l altar mayo r un gran cuad ro que le representaba con otros muchos santos, al estilo de a rducho. Gn la cripta estaba una imagen de l Señor a tado a la columna, obra de Ni co lás Fumo, estando las paredes adornadas con ocho cuadros de risto d • Juan Carreño y cua tro de Sebastián Rici, representando escenas de la Vir gen Ma ría. Hoy todo ha desaparecido: los sepulcros, los cuadros, la capilla, los nichos e.le los ente rramientos de los religiosos. E l convento e iglesia son propiedad clt• las O blatas de María lnmaculada. Con los desca lzos írancisco·, que se sentían pe rjudicados en sus inte,e ses materia les hubo <;icn, pr ·, tnmhién más ade lante, conílic tos. En 1610 co nsiguie ron de l ll< 1111 tltl 11•10 p11 1n 11 uc los luga res do nde 1uvicrn11 con