BCCSAL000HEM-EF-101100000000000

794 Jl,SIJS U J('AS RODRf(;lJb/: (;A RCÍA San Antonio del Prado • Título del convento: San Antonio del Prado. • Provincia: E ncarnación de las dos Castillas (llamada así hasta 1836). • Diócesis: Madrid. • Provincia: Madrid. • Año de fundación: 1610. • Año de construcción: 1612 (en 1715 se derribaron iglesia y convento y se construyeron de planta nueva). • Año de dedicación de la iglesia: 1614. • Año de supresión civil: ] 836. • Grabado: BUENAVENTURA DE CARROCERA, o.e., II, 41. Los capuchinos, una vez establecidos en España, pronto desearon fun– da r en Madrid, la capital de la Corte. Se opusieron, en un primer momento, a la instalación de los capuchinos en Madrid, los benedictinos, los francis– canos observantes y, sobre todo, los descalzos. Los fundadores eran frai les de las Provincias de Valencia y de Cataluña. Luego, la mayoría de ellos volvie ron a sus Provincias de origen, una vez que la nueva Provincia de la Encarnación de las dos Castillas iba tomando fuerzas. En 1609, el P. Serafín de Polizzi, provincial de Valencia, recibe de los su– periores de Roma el encargo de ir a Madrid para trata r personalmente de la fundación. E l mismo gene ral de la Orden, P. Je rónimo de Castelferretti , llega a la Corte el 28 de mayo de 1609, acompañado de 13 religiosos; como el Rey está en El Escorial, hacia allí se dirige. Felipe III le recibe con mues– tras claras de afecto concediéndo le el título de Grande de España, dándole la palabra de pe rmitir el establecimiento de los capuchinos en la Corte. Pe ro de pués se enfrían los ánimos, especialmente debido a la oposición, arriba mencionada de benedictinos, observantes y descalzos. Sin embargo, la presencia de san Lo renzo de Brindis en Madrid, como Embajador Pontificio. iba a dar el empujón definitivo a la tan ansiada fun– dación. Conocido por la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III, pues habían coincidido en Viena, inte rpuso su real valimiento para que se quiten todo tipo de obstáculos. Tras estar un breve tiempo en el Hospital de los Italianos, era el 12 de no– viembre de 1609, los llamados "ermitaños de Italia", rechazaron dive rsos ofrecimientos para establecer el primer convento. Este Hospital de los Ita– lianos había sido fundado por el famoso Caballero de Gracia. E l Duque de Lerma, Francisco G. de Sandoval y Rojas, primer ministro de Felipe III, les ofreció su propio palacio, rápidamente trasformado por e l trabajo de cien oficiales. Les concedió su misma huerta, la hue rta palaciega, que estaba junto al bosque del Buen Retiro y que era conocida por los jar– dines del Palacio del Prado.