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IIIS l'OIW\ 1)11 1 O:,, ( IINV I N ltl~ 1 '\1'111 I IINCI\ lll · 1 /\ l'l(OV IN( 'IA l ) l ói S1\Ul(¡\ l)(l ( 'lll(i\/!)N 111 JI \1 1~ lll · ( AS'I ILLA 78.1 Anlcs de morir, la re ina Isabe l de Borbón, la insigne protectora de la igl ·– \IU y convento de La Paciencia, dejó muy encargado y e ncome ndado a su es– poso q ue prosiguiese la ampliación del lugar, lo que e l Rey hjzo luego con 11¡.\rndo. Al inaugurarse las nuevas edificaciones el 17 de septiembre, solcm– nid¡¡d de la impresión de las Llagas de san Francisco, "salió la procesión dl: 111 iglesia vieja y entró por la calle de san Bartolomé de donde (uc prosi– guie ndo por la calle del Clavel y pasó a la del Caballero de Gracia y volvió por l lortaleza a la de las Infantas, donde está la iglesia nueva" 17. Como anécdota se dice que un confitero de la calle de la R eina hizo unos du lces pequeñitos, arnsados, a los que puso el nombre de "paciencias", en rc– l u1.: rdo a l Cristo de la Paciencia. A la reina Mariana de Austria le gus taron mucho y esto bastó para que se pusieran de moda. La segunda iglesia construida para el Cristo de la Paciencia fue de l 11grado de todos. Los reyes quisieron respetar la sencillez que los capuchi– nos habían solicitado.Fue una iglesia adecuada pero no un edificio precioso. La iglesia te nía diferentes tribunas muy recogidas para la oración . ~ rn 111t1s larga que ancha y conte nía en su recinto aquel sitio en e l que inj uria– JO II a la Sagrada Imagen. l ,os hechos del sacrilegio se historiaron en cuatro cuadros y en un escudo 1k· jaspe quedó escrito, con letras doradas, la siguiente leyenda: "Re ina ndo don Fe lipe IV el Grande, nuestro Señor, con la R eina nuestra señora Do , a IN:d11.:I de Borbón, se castigaron por e l Santo Oficio de la Inquisición., unos lto1nhrcs y mujeres judaizantes, que vivían en las casas en que e n este silio ~l' de rribaron, por ma ltratar un Santo Crucifijo milagroso, en la forma que "l' mira en los cuadros de esta capilla. Y por honra, culto y desagravio de <·, 1s10 Nuestro Señor, mandaron sus Majestades se edificase a su costa esta l).\lcsia y convento para que los Padres Capuchinos alaben a Cristo nucsrro lltl' il con la advocación de su PACIENCIA, donde fue ultrajada su imagen, N1c11do voluntad del Rey, nuestro Señor, que esta obra y patronazgo fue ·e 11l•I ,d'cclo y devoción de la Reina, nuestra Señora Doña Isabe l de Borbó n, 11uc la Lomó por su cuenta y en su muerte la dejó encomendada al señor do 11 1\11 tonio de Contreras, caballero de la Orden de Calatrava, de l Consejo y ~- 111111 ¡¡ tic su Majestad, que hizo hacer este convento, cuadros de pintura y lc- 1 ll~ro pa ra memoria de todo" 18 . l ,as misiones de la Provincia, que en el convento de La Pacie ncia, te nían ~11 t·1.: nlro regidor, estuvieron en: Congo, Arda, Sierra Leona. Luego en 17. Mati;o de Anguiano,La 1t11evaJerusalén o historia de laf i111dació11,del Real Co11ve11111 deM11 ,/111/ 1!,· l .11 1'11<"ic11cia. (Madrid, 1709) 270. IK ( 'fr. Grcgorio Blanco García. C11a1ro siglos de hisw ria y ane del real co11ve1110 de N11e.,1m \1·/1111/1 d1• loJ A1111cles, ca¡mc/1i11os d<' El Pardo Vol, 1, (El Pardo, 1985), amplfsirnn tesis docwrnl c11 111,1, 11111, 1111 publicada.