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782 Jl·.SÜS LLJCAS RO DRIGUF'l. Gi\RCI/\ número de siete, se había hecho de cincuenta pies en cuadro y en el pues– tos los palos para darles garrote con instrumentos para que con facilidad pu– diese e l ministro de esta acción poner poco espacio entre la vida y la muerte. Fueron atados a los palos...." 14. La ejecución tuvo Jugar a las 3 de la tarde. En la sentencia se ordenaba además arrasar la casa donde se había cometido el delito. Se personaron ante la casa varios maestros de obras, oficiales, peones con sus correspondientes he rramientas. AlJí estaban los que iban a da r pe rmiso a dicha demolición:" Don Cristóbal de lbarra y Mendoza en representación de la Inquisición Su– prema, Jnquisidor de Toledo, e l Almirante de Castilla, el Duque de Medina de las Torres y Familiares del Santo Oficio con va ras de justicia. A continuación marchaba D. Ba ltasar Barroso de Ribera, Marqués de Malpica, Gentilhombre de la Cámara de su Majestad y su Mayordomo a ca– ballo con la Guardia de los Alabarderos; delante la soldadesca con cajas y banderas y arcabuces". 15 U na polvorera se organizó enseguida. Ruidos, gol– pes, tablas desgajadas, macho nes caídos al sue lo. A las 9 de la noche de ese mismo día ya no quedaba señaJ de l edificio. La reina l sabel de Borbón, esposa de Felipe IV, puso nombre a la nueva iglesia de los capuchinos: La Paciencia de Cristo. A la procesión de entronización fue ron frailes franciscanos descalzos de San G il y tambié n observan tes. En un primer mome nto se mandó que fue– ran 60 de cada Orden. Además de los Re es, estaba e l /\ lmi rante de Castilla , los grandes tí- 111lm, cnhn ll •10, tic la co11 c, un sin íin de gente con leas encendidas, los 11111~1 o~ d • 111 Cnpilln R ·n i cnnt ando sa lmos y mo te tes. La Misa fue cele- 1,111111 p111 ·I c111 den a l F, p111os:i , predicando e l capuchino P. Leandro de l111 d11 1" 'on 11 •c:ucn ·111. vi~i,nha luego el luga r la re ina doñ a Isabel de Borbón, ·ntrnndo tk 1otli ll :1s a la capill a de la iglesia donde estaba situado el C risto. La prime ra edificación era pequeña, pobre, no acorde con los deseos reales, hecha de tapiales. Por eso se piensa en hacer una segunda iglesia más capaz. Los nuevos proyectos se iniciaron con la compra de una casa más larga que ancha, pero alta. Esta casa tenía su puerta frente a la imagen de san Ba rtolomé que daba nombre a la calle. 14. Archivo de Palacio, Juan Gómez de Mora, ( 1632), 10. Toda esta documentación de la his– toria de los hechos del ultraje del Cristo a manos de judíos en la calle de Las Infantas y el Auto de Fe celebrado en la Plaza Mayor de Madrid el 4 de julio de 1632, la he lomado de la tesis doctoral inédita del capuchino Gregorio Blanco García, Cuatro siglos de historia y arte del Real Convento de Nuestra Setiora de los Ángeles. Cap11chi110s de El Pardo Vol. I .(El Pardo. 1985) XXVlll-XXXVT. 15. Archivo Provincial de los capuchinos de Castilla, legajo 390002. 16. Cfr. Archivo Provincial de los capuchinos de Castilla. legajo 390002.

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