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111\I CllW\ 1)1 1 OS CONVl'N IC!\ ! Al'l ll III NO\ 111 , 1 A l'ltclVIN('I A DI I SA(HlAl)O ( 'OltA/()N 1)1 11 \ I IS 1)1 ('/\S III I A //7 Pc rn V\llvamo a aque l triste hecho que d io origen a l conven to de La Pa 1 h 11u11, L'S decir, al ultraje q ue un d ía hicieron d e un Crucifijo." La traclici n ,k 1•11tc hecho es muy curiosa. E n tiempo de l citado Feli pe JV, una fa milia de 11111111s, compuesta ele ma trimo nio con dos hijas y un ni ño de pocos años, pro- 11 d1•n1c de Po rtugal, vino a Madrid, abriendo e n ella una tie nda de mcrcc- 11,11 11 lt1 que colocaron una imagen de Cristo crucificado, para disimular su 11111d1ricín de israelitas; mas no pudié ndo lo oculta r, todos los vie rnes rc un í- 111~1 r1111 otros familiares para injuriar horriblemente a la expresada imagen, 11 pll IL'lldo luego la profanación también los mié rcoles, hasta el p unto de q ue, , ¡.11111 p1 opia declaració n, los judíos oyeron las quejas del Crucifica do, y vié- 1111111 dc rramé'l r sangre, dest rozándo le después y arrojándo le al fuego. S · irnpo e l ate ntado po r aq ue l niño judío, q ue iba a la escue la esta blecida 11111 p1opia ca lle de Las Infantas, y que para justificar su falta de asiste ncia ht 11111.: rcolcs y vie rnes declaró lo sucedido, denunciando e l hecho al Tribu- 111!1 r11 n1pe tente, el cual sorprendió a los judíos reduciendo a cenizas e l Cru– ~ 111111, d e l que se salvó alguna parte. Presos y castigados los malhecho res, se 11ll'h111 un a u to de fe en la Plaza Mayor, en e l que fueron quemadas siete 111 i 111111s, corrie ndo el domingo 4 de julio de 1632, con e l ceremo nia l de cos- 111111ll1l' y asiste ncia de los Reyes" 8 • ] •,¡l os mismos hechos de los judíos hacia e l Cristo, se relatan con más as- 1 1 l11s particulares y amplitud en unos documentos existentes hoy día en el 11 l11vo Provincia l d e los capuchinos de Castilla. A llí se d ice que "en la ciu– d 111 dl· Visco, en el Reino de PortugaJ, Prendió la Inq uisición a Miguel Ro- 111 fp111·1 y a Isabel Rodríguez, su muje r por judaizantes, a quienes castigó con 1 t 1111,t·1icordia que este tribunal acostumbra, prometiéndose de su reconoci- 111h•1110 In enmie nda que este género de gentes tan mal acostumbra a cump lir. 1•11~(tronsc a Castilla , trayendo consigo la imagen de Cristo N uestro R e- 11111101 Crucifi cado, del tam año de media vara, en quien la d ureza d e su per– thliu c jt:cutó por todo e l camino en venganza de su despecho, oprobios y ti 11•11111.;, imitando las q ue el día de su pasió n sufrió . 1 kguron a Madrid y buscaron casa en la calle de Las Infantas a propó– (ll pu rn sus maldades: estrecha, oscura y con partes donde la malicia pudiese 11111t1 1111arsc e n secre to , para perseverar más e n su sa lud en e lla. qui volvie ro n a usar de nuevos géneros de tormentos en la San ta Ima- ' 11111otfi ndo la con va ras esp inosas de unos rosales q ue e n la casa ha bía, con 11111111 dureza y ánimo prote rvo que la misma clemencia de Aquel Señor, que 1111111h11 la pé rd ida ele aq ue llas almas no se pudo disimular y con voz in teligi– l,11 y l'ln rn , les habló tie rna y amorosamente: "¿Por qué me maltratáis siendo H i\ Vcln,co Z1110, Rec111tm sagmdo.1· de Madrid, (Mndrid,2003) 182. F,s ésta unn rccdición ele l11 11h, 11 puhlic11d11 po, el i\yuntamicnto de MadnJ en l l/~ I,como homt·nnjc al autor, C'ronis1n Oíi- 11111111• 111 V11l11 C'u¡;nta con nnu i11t1oducción 11rt11ul ~111111• 1111111111 Vcla•rn 1/.1110 y sus oh,u~.

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