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lll"llltl 1)1 O', t 1 INt 111 <;A( IIV\ 1)0 ( 'tll~I\/ON 111 11 ',11~ f!I I A\1 111 A /~", N11 oh~111111 c, e n ate nción a las instancias del Marqués, que se compro 1111111111 d111 lo nt:<.;esario parc1 el culto y d soste nimiento del conve nlo,s · 1t, 111111 dcmds, una cosa excelente era que esta población d istaba cinco h 11 1111, d1: Madrid y sie te de Toledo y e ra, consiguientemente, un buen paso 1111 111wdio c 11I re ambos conventos, cosa que e n aquel tiempo se mi raba 111111 "º 1 1 M111q11és de Pobar, para dar agilidad a la fábrica ele la nueva fu nd:1 h111 'll ~·11carg6 de las oportunas licencias de l Consejo de Castilla y del r Lll11111 111 1 1 dot lor, D. Francisco González de Sepúlveda, Médico del Rey y d · In lwpit~,, 1ó11. o freció dar, el 12 de enero de 1619, unas casas que tenía próx i 111 1 11 111 c1mita de san Bias, con su hue rta y o livar, con un caño de agua ele 11 lt1l 1\lcs más de una fa nega para sembrar. t.;1 11>1110 la posesión ele la mencionada ermita, el 3 de febrero de 1619. Los 11 di ~ qul·d:iron hospedados, de momento, en la casa del gran bienhecho r, 11h11 101 l·rancisco González de Sepúlveda. ( 1111H1 el Marqués nada hacía, a pesar de sus promesas, los religiosos se 111 1 , 1 1011 a pedi rle que cediera su patronato a favor del doctor Sepúlvecla . 11 d11rl111 Sepú lveda, entusiasmado por el patronato, comenzó rápidame nle t 11 111~11 ui1 el convento y la iglesia. 1•1 111, po i envidia o por lo que fuera, el Marqués de Povar, señor de la Vi- 111 ¡ti 11h1 h10 al doctor Sepúlveda seguir adelante con su intento, ofreciéndose 1 111rn hn1 la obra en breve. I•, 111 pa-;6 el tiempo y hasta 1624, nada se hizo. Mientras, el doctor Sc– ¡111lv1 d11 ugonizaba y en su testamento dejó 500 ducados anuales hasta que 11•11111 11 a1a la obra, además de made ras y ladrillos para la misma. 1 ,111'11 a siguió adelante hasta 1636, fecha en la cual los herederos del doc- 110 Sl· pu lvcda se negaron a dar los 500 ducados anuales. 1 n l 6'-11, eslaban ya casi termjnados la iglesia y el conven to gracias a la 1\ 11d11 de la Marquesa de Poba r, que había vuelto a ofrecer dinero. 1 1 w nvento era senciJlo, pobre, conforme a las Constituciones. Te nía 11111 1111 liuc rta ,grande, con acequia bien trazada, con agua excelente. Gozaba 1h • 11l11dnhles aires, gran soledad y reti ro (aunque se dedicaron mucho al con– lu,1111 1111 io). 1 11 Ma14ucsa ele Pobar terminó la obra, poniendo por titular de la igle- 111 u S1111rn Cata lina de A lejandría. 1 11 1736 aa n patronos los Marqueses de Malpica, cuya casa estaba muy p111x1 11111 al conve nto y disfrutaban de una tribuna que daba a la iglesia. 1 o-. religiosos siempre fueron pocos por ser pequeños tanto el conven to 11111111 111 iglt:sia . e ded icaron a hospedar a capuchinos que iban de Toledo 11Mud, id, y viceversa, predicando por los pueblos de los alrededores, acle 1111111 dt dt:cl icmse a la ta rea del confesionario y asistencia espiritual a los vc– l l1111, de la Villa.

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