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866 JESUS LlJC'f\S ROl) Rl ( ,lll•/ C, /\ HC 1/\ compra el conven to de San Felipe de la Penitencia a las dominicas. E l 30 de diciembre de 1943 el Prelado de ValJadolid da autorización para que los ca– puchinos funden en la ciudad. El 5 de abril de 1944 se firma en Valladolid la compra del convento. Fir– man la superiora de las dominicas de ese convento, sor María Julia Recia y el P. Agustín de Comiero, Provincial de los capuchinos de Castilla. ¿Cómo e ra el convento comprado? El solar era un polígono irregular de nueve lados, con una superficie de 4.606 metros cuadrados; de ellos 2.356 es– taban edificados. El edificio tenía dos plantas en torno a un claustro. Sus edi– ficaciones eran de tapial y adobe, con esquinas y jambas de ladrillo. Los en– tramados de pisos y tejados e ran de madera y la cubierta de teja curva. El primer superior será el P Higinio de Trascastro. El 7 de mayo de 1944 se abría por primera vez al culto. El 25 de mayo se erige canónicamente. La iglesia no es muy grande. Para quitarle la humedad se instala calefacción de aire caliente. El 3 de mayo de 1944 se toma posesión de la casa, que daba a la calle Pa– naderos y a la Plaza de España. Iglesia y convento se situaron pues en El Campillo, dentro del te rritorio jurisdiccional de la Parroquia de San Andrés, con 30.000 fe ligreses, po r eso el nuevo convento vendrá muy bien para la atención pastoral de la gente. Valladolid no olvidaba la presencia de los capuchinos en los siglos ante– riores hasta la llegada de la exclaustración de Me ndizábal. No obstante, esa ausencia no fue total, pues en los siglos XJX y xx los capuchinos estuvieron, de vez en cuando, por aquellas tierras en triduos, novena rios, fiestas y en un sermón de Las Sie te Palabras en la Plaza Mayor. Antes de la inauguración de la nueva residencia, el día 6 de mayo de 1944 llegaba po r la tarde a Valladolid, procedente de Madrid y acompañado por o tro religioso, el Ministro Provincial, P Agustín de Corniero. Desde la esta– ción se dirigieron al convento donde le esperaban otros religiosos venidos con ante rioridad (el secretario provincial y el guardián de Salamanca, como encargados de ultimar todos los trámites para la entrega del convento de San Felipe de la Penitencia). Esta misma tarde del 6 de mayo de 1944, comienza la vida común en este convento. Como superior se nombra, como ya hemos indicado, al P. Higinio de Trascastro. A l día siguiente, domingo, en la misa de doce, el P. Sixto de Pesquera di– rigió un elocuente saludo franciscano al pueblo de Valladolid, agradeciendo, de parte de la Orden, la nueva oportunidad apostólica que le ofrecían elAr– zobispo de ValJadolid y el cura párroco de San Andrés. E l P. Sixto resumió la vida del capuchino con la famosa frase de san Pablo de "ser siervo de to– dos, a fin de gana rlos a todos para Cristo". El día de san Antonio, 13 de junio de l 944, se inauguraba la iglesia ofi– cialme nte. Se celebró un novenario cuyo triduo fi nal predicó el P. Jnvicr de

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