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111\IOHI,\ 111 111'1 1 tlN\ I Nlt l t \ 1'111 III Nn s lll• 1 ¡\ l'IHlVIN( 'I/\ 1)11 \,\11lt\lH1ttJl(\/tlN l>I 11'1 'S lll C/\\ IIII A 86C\ Ya hemos visto ante riormente la vida del convento de Valladolid anLiguo. 1 e> pud ié ramos tratar como hemos desarrollado la historia del convento de ~:ilamanca (que estuvo también en dos lugares diferentes), pe ro como ele c, 1c convento hemos recopilado más datos, he optado por describirlos el de ayer, como convento desaparecido y , el de hoy, como convento de nues- 11 os días. Tras medio siglo de ausencia de los capuchinos en la ciudad de Vallado– lid. se vuelve a intentar fundar allí. E l Conde de Oliva ofrecía te rrenos para ello y en 1909 el P. Mariano de Vega, Provincial de Castilla, desea aprove– dwr la ocasión. Sin embargo, el Obispo,D. José María de Cos y Macho, no da su permiso argumentando que la ciudad ya está surtida de religiosos y que el clero era pobre. Se intentó , no obstante, en repe tidas ocasiones con el mismo resultado negativo. El superior de los jesuitas, P. Marcelino Paz, que tenía un sobrino <.:apuchino, el P. Sinforiano de Potes, e ra amigo del Obispo. Sabiendo la ci– lnda parentela, el Provincial de los capuchinos, se entrevista con el P.jesuita, .i ve r si pudiera influir positivamente en el obispo. Pero éste se mantuvo en , u postura inicial. En octubre de 1922, el P. Provincial de Castilla, que seguía siendo el P. Ma– riano de Vega, lo intenta ante el nuevo Arzobispo de VaJladolid, D. Remi– gio Gangásegui (el anterior obispo había muerto el 17 de diciembre de 1919), por mediación de la Ma rquesa de Almacenas, esposa del Presidente de Mi- 1rn,tros, Sr. García Prieto, que era primo del P. Rainerio de Ponfe rrada, tam– poco fue posible. E l arzobispo sí dio grandes esperanzas a la marquesa del pe rmiso, pero éste no llegó. La última visita del P. Provincial al arzobispo fue a primeros de 1937, en plena Guerra Civil, pero éste lo deniega otra vez. El P. Ma riano de Vega, como Vicario Provincial, sigue intentando el permiso del nuevo arzobispo,D. Antonio García y García (el anterior había muerto el 16 de marzo de 1937). Del 8 de abril al 5 de abril de 1939, el P. Ma– na no se enLrevista de nuevo con el arzobispo. Tras saber que los capuchinos habían tenido convento en Valladolid hasta 1835 y por la insistencia del P. Mariano de Vega, al fin les concede el permiso. En la primera quincena de julio de 1940, el P. Benigno, dominico " reduce" s1,:is conventos de dominicas en Valladolid. Uno de estos conventos lo com– p, an los capuchinos. E l P. Jose María de Chana, Provincial e ntonces, ins– p ·ccionó los conventos que se tratan de enajenar, y al fin al e lige uno (i ba acompañado del dominico P. Benigno). Se inclinó por el de San Feli pe de la 1'1,:niLencia. Pe ro a últimos de 1940, las dominicas cambian de opinión y dicen que 110 quieren vende r el convento. Siguen problemas de burocracia, de no enl ·n dimie1llo, de volve , 11 huhlnr. Por fin , por un mi llón y med io de pesclm,, s •

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