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Afectos amorosos de un corazon arrepentido 4 Yesus Crucificado, que acostumbran cantar los Padres Capuchinos en sus Misiones, ¡Ay de na! Yo soy el que os ofendi, PR —— Y sois vos El que padeccís, mi Dios. Esa Cruz Donde estais, mi bien, clavado, Es mi luz, Aunque el Sol esté eclipsado; ¡Ay, ay, Dulce amado, Si muriera por ti! 4y, $e. Tu Prision La causó mi libertad, Pues sin razon Me arrogé tras la maldad; Y sin lealtad Por un gusto te perdi: Ay, $cs Tus heridas, Azotes y Bofetadas Fueron dadas Por mis manos atrevidas, Y sufridas, Manso cordero por mí: Ay, $e. Tu Corona Texieron mis vanidades, Y tu persona Llevó todas mis maldades, Y tus boudades Cantaré diciendo asi; Ay, $. Las Espinas Traspasaron tu cabeza, Y en esas minas Mallo mi mayor Tiqueza, Pues con largueza, Diste tu sangre por mí: 4y, $e, . Se ganan 400 dias de Indulzencia REIMPRESO POR D. JUAN i:lós por diversos S Obispos, cantando con devoción «stos dulces afect Ps La amargura De tu boca aheleada Fue dulzura De mi alma regalada, Y pagada La fruta que yo comí: Ay, $e. Son Tus Manos, Tus Pies y Costado abierto, Dulce Puerto Donde nuestro bien hallamos, E inhumanos No nos mueve verte asi, Ay, $0 Los baldones, Las afrentas tan sin cuento, Son blasones De mi alma y mi contento; Solo siento Que yo te los merecí: Ay, $0, Buen Pastor, Busca la oveja. perdida, Pues. ¿u vida La ofreciste por mi amor, Gran dolor m y ps Tengo porque te perdi: Ay, $0. Los Dylores De tu Madre doulorida Son amores Ofrecidos por mi vida; Ay, ay Madre afligida, Si muriera: yo. por tí:: Ay, $e. AA ñores Arzobispos y EN SANTIAGO: FRANCISCO MUNTERO, 1826.

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