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25 ro? Siendo éstas de buena conducta, y yendo en cómpañía de otras personas de confianza , podrá permitírselas alguna vez con motivos honestos la entrada en el Convento, siendo de dia. Mas despues de anochecido de ningun modo, y bajo ningun pretexto, 112 Dichos Religiosos vivirán de las limosnas de los fieles si el Hilmo. Sr. Obispo no determináre cuidar ó proveer de su subsistencia; pero de mingun modo recibirán por sí limosna alguna de dinero. Para esto tendrán su Síndico como en los de- mas Conventos. 122 El Padre Presidente celebrará las Misas acostnambradas, como los sacerdotes de los demas Conventos , y si no tuviere aplicacion , escribirá al R, P. Procurador para que se la propor- cione ; y así de esta limosna como de las demas, en dinero Úó en especie, dará cuenta de dos en dos meses á la M. R. Defi- nicion firmada del Religioso lego 4 donado y del Síndico: co” mo tambien de las Misas que haya recibido , y aplicado por cual- quiera otro medio con especificacion de la cantidad de la limosua, 13? Si el lllmo. Sr. Obispo no señala algun diario para la conservacion del culto en la Iglesia, y no alcanzasen las limos= nas para la manutencion de los dos Religiosos , y de algun criado de confianza, que deberán tener, lo avisará el P. Presidente al M. R.P. Provincial y R. Definicion, para que dispongan lo que mejor couvenga: como precisamente el Convento necesitará de algun reparo, el Síndico podrá poner la Huerta en arrendamiento para con su producto levantar los gastos, 142 Por ningun modo, y bajo ningun pretexto se ausentará el P. Presidente del pueblo donde está el Convento , aunque la aun sencia no haya de durar sino un dia, sin dar ántes parte al Señor Cura Párroco. 152 Cuando se haya de retirar el Presidente á otro Conven- to, segun se previene en el núm. 3?, el M. R. P. Provincial en- viará otro Religioso sacerdote, quien observará lo mismo que que- da prevenido, 16% Se concede licencia á los PP. Presidentes para que pue- dan confesarse libremente con cualquiera sacerdote secular 6 re» gular que haya en el pueblo para oir confesiones, y á éste la de poder absolyer aun de los reservados. Lo mismo que el Pa- á