BCCSAL000585-G-31p08d00000000

21 ta £ nuevos excesos, hemos tenido conveniente renovar dicho recepto de no jugar á los naipes dentro del Convento : y decla- far que solo toleraremos fuera de él este género de diversion cuan= do no medie interés alguno, cuando no se origine admiracion ni escándalo; cuando las personas.con. quienes se juega sean de acre= ditada conducta, y. cuando el tiempo que dura la diversion no sea notablemente excesivo.. Pues en faltando cualquiera de estas cir- cunstancias es criminal', y por consiguiente objeto digno de una rohibicion formal con precepto de obediencia. Si á pesar.de es- ta declaracion advirtiesemos algunos excesos ,.seremos prontos en castigar con penas proporcionadas á los delincuentes. Cuando el Padre sacerdote á quien toca la Hebdomada se halla fuera del Goro' por disposicion del Prelado y en servicio de la Co- munidad , el mismo Prelado destinará el sacerdote que haya de decir la Misa conventual , ya sea solo , Ú ya alternando con los demás que no sean de los privilegiados; mas no habiendo otros que éstos, suplirán tambien alternando si son dos ó tres. En este ca= so el P. Guardian cuidará que á unos y otros se sirva el desayu- no de chocolate. Encargamos á los PP. Predicadores el fiel desempeño de tan sagrado ministerio recordándoles la obligacion en que están de anunciar dignamente Jas verdades evangélicas, de instruir con sencilléz y magestad apostólica á los pueblos en los deberes pro= pios de los estados divérsos de que se componen ; de reprender oportuna é importunamente con zelo sábio y prudente los vicios y desórdenes, sin' hacer 1nvectivas contra persona alguna deter- minada; de hácer amable el ejercicio de la virtud, y practicable la santa penitencia necesaria á los miserables pecadores para. conse= guir el Reino de los Cielos; y finalmente de enseñar é instruir á todas las gentes sobre la. veneracion, respeto. y obediencia que de- ben á las Autoridades civiles y eclesiásticas, con especialidad al Rey N. $. (qué Dios guarde ),.al Romano Pontífice y. 4. todos los que en sus nombres nos rigen y gobiernan. Si fuesen en esto descuidados , ó si , lo que Dios.no permita, se pronunciasen maes. tros del error , y enseñasen máximas 'y «doctrinas contra el Altar y el Troro.,; los hariamos sufrir 'el rigor todo de nuestra autori- dad, y los privariamos del ejercicio de su ministerio para que no le profanasen mas en daño de las almas redimidas.con la sangre de Cristo. Esperamos tambien que predicardo á otros no descuis