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22 males de aquella época, se:hayan agregado otros de no menos consideracion, es indispensable que al tiempo mismo en que in- sistimos en que se cumplan y obedezcan estas benéficas disposi. ciones, añadamos y recordemos otras no menos necesarias para el restablecimiento del órden y disciplina regular en nuestras Co. munidades. En unos dias de tanta afliccion como los pasados habrán ocurrido circunstancias con que hayan podido cohonestarse algu- nas inobservancias de' miestra Seráfica regla, especialmente en cuanto al manejo y conservacion de dinero; mas habiendo cesado aquellas y es intolerable en un Capuchino. Si algunos lo conser» vasen, deben comunicarlo inmediatamente á sus Prelados conven- tuales ,| y éstos disponer se' ponga en poder de los Síndicos de las Comunidades, incorporados con las demas limosnas destinadas al socorro comuna de todos los Religiosos ; pero mientras no se gas- te, si los dichos se hallasen en alguna necesidad particular podrán con preferencia ser socorridos con él. Si supiesemos que algun Religioso contra lo que justamente está ordenado y dispuesto en la Regla y Constituciones generales sobre la materia , conservá- re dinero en cualquier cantidad, 'ó en su poder, .ó6.en el-de cual- quiera otra persona que no.sta el: Síndico, Sin necesidad .mani+ fiesta , y sin conocimiento y licencia de su Prelado , seremos se- veros en hacerle sufrir las penas impuestas contra los transgre- sores de la Santa pobreza, y las que segun Dios nos pareciere añadir para cortar tanto mal. Ningun Religioso, ni aun por medio de amigos y bienhechores espirituales, puede proveerse en sus necesidades particulares sin licencia de sus Prelados: mas éstos no pueden ni deben con- cederla, sino les consta de la verdadera necesidad. Son transgre- sores de la Santa pobreza los sacerdotes , que sin conocimiento de sus Prelados y sin su licencia se encargan de celebrar Misas estipendiarias, sin que les sirva de disculpa decir que los devo- tos las han hado determinadamente para ellos; pues en caso de ne- cesidad los Prelados providenciarán lo que mejor les pareciere. Nos consta del abuso en esta materia; y no le disimularemos por ningun motivo. Procuren los Prelados ser solícitos en indagar las necesidades. de sus súbditos, y busca? medios lícitos- de socor- rerlas ; y sé evitarán muchas transgresiones; y tengan entendido, que existiendo limosnas sobrantes en poder de los Síndicos , pue- 3

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