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12 todos nuestros Religiosos , castigando severamente á los que sin causa probada, y manifiesta necesidad faltan en tan sustancial y característica práctica Capuchina. Si algun Religioso tuviese necesidad y causas razonables para solicitar estas licencias podrá exponerlas al M. R. P. Provincia] por medio de sus Guardianes , ó dándoles parte. Para pasar de una Provincia á.otra deben tener la licencia de su M. R.P. Provincial , y el consentimiento de el otro, á no ha. berla obtenido de Nos mismo. No se concedan licencias por tiempo indeterminado, ni por mas tiempo que el de dos meses fuera de la Provincia, mi mas de un mes dentro de la Proyincia, sin.darnos parte : para mas lar. go tiempo nos reservamos el darlas; y habiendo Convento no per- noctarán los Religiosos fuera de él. Las bases fundamentales y :esenciales de nuestro Instituto Religioso , segun el Concilio de Trento, son los votos esenciales, y aquellos preceptos especiales respectivos: si faltan los funda- mentos de la disciplina regular, necesariamente se arruinará to- do el edificio. Por tanto , segun se nos impone por el mismo san= to Concilio, velaremos con toda diligencia sobre esto , y .reen- cargamos su observancia en los términos siguientes: OBEDIENCIA. Acuérdense los Frailes que por amor de Dios negaron las pro- pias voluntades , y no resistan á sus Prelados cuando les mandan lo que han prometido guardar. Aunque la temeridad de los Prelados no disculpa la desobe» diencia de los súbditos , sin embargo queremos que manden con oportunidad , con caridad y prudencia, segun el espíritu de la ley evangélica y de las constituciones. La ley que manda castigar al súbdito desobediente , recuerda á los Prelados la estrecha obli- gacion en que están de no provocar á íra los ánimos de sus súb- ditos. Si los Prelados deben estudiar las necésidades de sus súbdi- tos para socorrerles, y no mandarles lo que no pueden hacer: los súbditos deben prevenir la voluntad de sus Prelados para compla- cerles en los ministerios á que los destinan. No manden los Pre- lados con tiránico desdén ó imperioso tono, y obedezcan los