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.. . (30) montes , venciendo el yelo y nieve en lo mas rígi- do del invierno, fatigado de la desnudez y del can sancio no-menos que «de la sed y della hambre en el estío, buscando como buen pastor las obejas era rantes del aprisco del Señor: ya le veriais encerra- do con los protestantes oprimir .con el peso de sus razones: timonios de la divina escritura sus er ia alos pecadores les predica oportuna ésimportun«mente , segun el consejo del Apostol, los confunde , los aterra , los convence , los ablanda, los instruye, los convierte. ¿Qué solicitud igual á la de un hombre que pasaba los dias trabajando , y a sin reposo? Aqui predica, alli exorta, aqui convence , alli joh! gran Dios , qué hermosos son los pasos de este evangelista de la paz: las montañas mas ásperas escarpadas inaccesibles, coronadas de enrisca= das peñas se suavizan á presencia de su celo ,=se le presentan como llanuras espaciosas y hermosas cam=- ¿de flores,+su celo, su admirable eelo , todo” lovence; Ahora lo' vereis en Andalucía, luego en Castilla, «ahora en Galicia , luego en Va- lencia , ahora en Zaragoza, luego .en Murcia ,-aho- ra. en :Jaen; Juego en Granada , ahora::: basta , que mo hemos de hacer interminable la oracion. Yo me canso, Señores, de solo:refetir:sus caminos y tareas apostólicas ¿ cuando este hombre lleno de enferme- dades no se cansó: de andarlos : ¡cuántas veces to- ; leró. el-peso del dia y del calor en los desiertos y emale ardientes sin otro alimento que el deseo de honra gio a de su Diost¿ y quién será bastan- te á referir las*almas que santificó , los cadores se convirtió , y los justos «que: dirigió l ca- ino: de la salud? ¿quién será capaz á/ numerar los se han: sal E Pot medio de Baz dDiegod: Prod yÓó sus cda nO quedase en- ma? ?O oyó: ! cendido enel amc «que lo. abrasaba ? Por