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(17) Áa vanidad, disimulada con las esteridridaes de laES -voción , y lejos de ufanarse.con sus vi no las ve sino que ni sabe que las tiene. ¿Cór JO p se representaba á sí mismo en su propia cons «ion? como un hombre escandaloso indigno del sa- cerdocio , como un pecador que el cielo sufre. por “mera misericordia, y quien el mundo solo estima en- :¡gañado por falaces apariencias ;'en su concepto era él ¡mismo el mas idiota sin conocer la sabiduria celes- - tial con que Dios le habia adornado: asi lo decia ásu compañero pidiéndole con instancia le digera siquiera el tema cuando subia :4 predicar. Si considerais sus acciones todas son: ina serie de abárimientóos y hu- millaciones. Los«prelados le nombran. maestro de.es -. tudiantes, pero él se. poe á sus pies, espia instancia no le den un -paz desempeñar, protestando el agravio qu ria 4 su condiscí pulo. que uponia de Ehayores talen- «os. Por su humildad reusa las prelacias de su órden, renuncia» las primeras mitras de la nacion: para las «que mas de una vez le propusieron nuestros augustos Soberanos que tanto le amaron y distinguieron, mas él se anonada en sí mismo, y cuando los pueblos esp aputsppas: á. llenarlo de honores y recibirle e En ya él se abisma tanto en su humildad:y concepto que jamas el aire de vanidad egó 4 e-de su:inter , todo recogido en Dios -y en el o de las glorias del- mundo, verificán- dose. en él que el humilde. de espíritu será lleno de «gloria. ¡ga Pero:aun no se contenta éon zanjar tan profun- -dos :cimientos en esta virtud , sino que aspira á po- «seer todas las demas;-su obediencia fue tal que en ca- ¿da eriatura' hallaba un superior: jamas se dirigia por -su propio, dictamen, y llamando al compañero. su ¿guardianse sujetaba en todo con su parecer. Yo. veo 4 Fr. Diego en Ubrique ocupado á un | ,

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