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25 este llanto para aplacar al cielo y que conservase la; vi- da del. príncipe: - | 3. ohm - "No-temas, España, no morirá: tus Oraciones serán-0jw; das y ese llanto es un presentimiento de la felicidad que te espera baxo su gobierno. Puntualmente se hallaba en aquella ocasion la jornada en «este real sitio. Hablaré co- mo testigo ocular; era esta efigie soberana el objeto á: quiea dirigian sus oraciones toda la real familia con to=- da la Corte para obtener este beneficio. Callaré mucho ! de lo que ví porque no puedo decirlo todo, ¿Mas cómo ñA callar la eta: confian | E los TIL oraba en: presencia de xando bañado el solio con sus lagrimas ( yo las os y que dá la razon de la misteriosa calma de su espíritu E que al mismo tiempo manifestaba? .= De aquí: de los EN | pies d de esta imagen de su divino Redentor sacaba aque= do : lla seguridad. con que á pesar de las malas noticias repe-. 3 “aia pes mismo lo oí) no muere Fernando, M0, NO iaa: uer 5 de $. ALÍ ES Y es ¿Jada ds 14 A 6 td fa i ¡Gu Dios! yle ha lai revelado el Menificio que teníais dera do hacer á la nacion! sab! si yo pudie- ra detenerme mas! ... quizá haria confesar al mas incré= dulo que Carlos UI. se gobernaba por verdadera FSuela; cion e e SUPAUBIR DAS 2: E á A “ur e 1 pr A ya” (0 a Público debe saber los motivos por los que no dudó el orador explicarse así: el señor D. Carlos UI. habia