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ya 4 concedernos uri reinado feliz baxo los auspicios de un rey tan piadoso, paro lo. conozco : se me diria que no haciendo en esto mas que aplicar á un hecho particular lo que es propio de todos los que con tanta edificacion vemos executar á V, M., nada adelanto que sea caracte- rístico del presente, ¿Y quien sabe si se me argúliria de que trataba engrandecer este acto religioso por ser “en causa propia, deprimiendo ¡indirectamente los otros? .... Primero se me sequen las fauces y mi lengua quede tartamuda que con tan torcida intencion hable desde este puesto. Delante de V. M., y á la faz de la nacion “tos da daré las pruebas que tengo; y V. M. y toda la nacion decidirá de su fuerza. - No hay señal mas cierta de que Dios quiere hacer prosperar un estado como la de darle de su mano re- yes formados segun su corazon. Con esta sola promesa afianzaban los profetas la felicidad futura de Isrrael pa- | Mel + susentes: Mas ¿por dónde se podrá noc ] este presente 4 una nacion end e aun no lo a a ei ¿cómo podrá asegurar- se sin el espíritu de profecía? ¡ah! dénseme oraciones fervorosas que precedan , dénseme señales visibles del cie= lo que lo anuncien y la voluntad de Dios se dexa co- nocer. | ra ¿Puedo ménos en este día de acordar, señor, á V. M. que vive : que Dios ha conservado sus preciosos dias por las feryorosas oraciones de la nacion toda? ¡ah! 4