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76 el 'DOCTRINA03V000 4 33d 3 | »y perdonarse con otros muchos remedios. Mas como E »todos los pecados mortales, aun los de solo pensas »miento, son los que hacen. 4 los hombres hijos “de vira y enemigos de Dios ; es necesario recurrir 4 Dios »rambien por el perdon de todos ellos, confesándolos »con distincion y arrepentimiento. Por consiguicns »te, quando los ficles cristianos se esmeran en confesar E »odos los: pecados de que se acuerdan , los proponen E »sin duda todos á la divina misericordia con cl fin de »que se los perdone. Los que no lo hacen así, y cas »llan algunos voluntariamente, nada presentan que per. »donar a la bondad divina por medio del Sacerdote; pOr »que siel enfermo ticne «vergiienza de manifestar su enfermedad al Médico, no puede curar la. medicina »lo que no conoce. Colígese además de esto, que se » deben explicar tambicn en la confesion aquellas. cito »Cunstancias que mudan la especie de los pecados; pues »sin ellas no pueden los penitentes exponer integramens »te los mismos pecados, ni tomar los jueces comocis | »miento de ellos; ni puede darse que lleguen 4 formar. »exácto juicio de su gravedad , ni á imponer alos pe= amitentes la pena proporcionada á ellos. Por esta cau. »sa es fuera de toda razon enseñar que han sido inven- »tadas estas circunstancias por hombres ociosos, ó que »solo se ha de confesar una de ellas; es 4 saber , la de »haber pecado contra su hermano. Tambien es impie: »dad decir, que la confesion que se manda hacer en estos términos, es imposible; así como llamarla potro