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dd A PA ld _———__———_ A DEL PROPOSITO DE LA ENMIENDA. 65 siempre firmes en sus resoluciones, ayudados de la gracia del Señor: ¡Qué propósitos tan dignos de nuestra Ímita- cion! ¿Os espantan? ¿0s atemorizane Elias bomo erat similis nobis passibilis. Ellos eran hombres como noso= tros: tenian pasiones como nosotros, estuviéron muchos de ellos sujeros abpecado por varios años como nosotros, tenian mas enemigos visibles que nosotros3 pero conta- ban con la asistencia de la gracia de Dios como debemos contar nosotros,y cooperando con ella alcanzáron la vic- toria del mundo, del demonio y de sus pasiones, denos- -trando “no solo con- las palabras, sino cón las obras mas ilustres, la firmeza de sus "propósitos. No lo pongais en duda , hermanos mios, todo cede, todo se rinde 4 una vigorosa resolucion de la voluntad del hombre asistido del Señor. ¿Os aturdís todavia? ¿Os asustais al escu- char esta doctrina? Condescendamos en algo con vues- tra pusilanimidad. ¿No veis la resolucion en que todos estamos de no beber un vaso de veneno con conoci- miento desu malignidad? ¿No estais tocando que to- dos nos hallamos preparados á padecer qualesquiera tra- bajos antes que precipitarnos con advertencia de un risco? ¿Ántes que arrojarnos en las llamas? ¿Puede pareceros mucho el pediros que hagais por la salvacion eterna de vuestras almas aquellas mismas resolucio- nes , aquellos mismos propósitos que haceis por no perder la deleznable y transitoria vida de vuestros cuerpos? Pero no seais rebeldes a la loz de la razon y la fe. TOM. 1Y. I

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