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DAS 2 o 62 DOCTRINA 1V. A que como bueno ó malo el entendimiento la represen= PP ta. ¿ No es verdad? Sin la menor duda, porque la volun- E tad es esencialmente libre en sus actos; y'no-pecaria ni É mereceria, si estuviera precisada 4 obrar conforme alas ideas de la imaginacion ó del entendimiento. Ahora bien : supongamos que una persona conozca su flaqueza natural, susinconstancias en la virtud, la violencia de E sus pasiones, los combates de sus aperitos, la perver= $ sidad de los malos exemplos, y ciertos encuentros fas tales á las almas mas robustas en la virtud: suponga- mos que en vista de esto desconfie de sí misma, que tema sus reincidencias en el pecado, que recele el cum= plimiento de las promesas que hace á Dios y á sus Mi- nistros: ¿qué tenemos hasta añora? Pensamientos , te- mores , conjeturas, ideas, conocimientos: todos son ac- tos del entendimiento, en que la voluntad aun no tie= ne parte. ¿ Puede tenerla ? Sí señores. ¿ Y quál debe ser? Ello se está diciendo: yo quiero, pues puedo y debo decirlo ayudado de la gracia del Señor. Quiero no pecar, - y estoy resuclto4 no ofender4 Dios jamas. Si cumpliré ó no esta resolucion: si pecaré,ó no pecaré, Dios lo sa» be. Lo que yo sé es que la penitencia no me hace im- pecable: lo que yo sé es que la gracia de Dios esami- sible; loque yo sé es que mi voluntad es inconstante. Me basta para mi tranquilidad el que ahora quiero cor- regirme , quiero enmendarme, y lo quiero firmemente, universalmente , eficazmente. Esto. me basta para mi moral seguridad. ¿Hallais en esto alguna contradicion?

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