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4 4.0 - DOCTRINA JIL DEL DOLOR DE CONTRICION. » Miserere mei Deus , secundúm magnam misericordiam. tuam. Psalm. Lo. V. 3+ E penitente Rey David avergonzado y lleno de com fusion por haber ofendido á Dios, perdido su divina gracia, y escandalizado al pueblo con sus desórdenes: y 7 pecados, penetrado de dolor el mas vivo y mas intenso, | partido sa corazon de sentimiento , bañado su rostro en lágrimas, y humillado en la presencia del Señor, le decia de esta manera: Pequé, Señor: hice mal delante de vuestra adorable Magestad. Yo, ingrato 4 vuestros beneficios , tuve el bárbaro atrevimiento de ofenderos en vuestra misma presencia. Mis pecados se me presentan siempre en toda su deformidad: ellos estan contra mí 3 me atríbulan y atormentan; pero yo los detesto, yo los aborrezco con todo mi corazon, y prometo no volverlos - | 4 cometer: tiemblo el castigo eterno que merezco, cos nozco que no soy digno de que os apiadeis de mi;pero el. conocimiento de tus grandes misericordias sostiene mi es- rS peranza. Si, Dios mio, Dios de mi corazon, vida de mi alma, y dulcísimo amor mio, yo os pido misericordize os ruego me los perdoneis; y así lo espero de vuestra graude “ infinita misericordia. Miserere mei Deus, se- cundúm magnam misericordiam tuam. Esta contricion, que tan útilmmente afiigia el corazon del penitente David, -

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