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DEL EXAMEN DE LA CONCIENCIA. 37 en un dicho d hecho, ó en su omision , se verifique la razon de escándalo : basta para reputarse portal el que le falte aquella rectitud que deben tener nuestras palabras y nuestras obras para no ser perjudiciales al proximo. Si él no cae, debe arribuirse á la gracia de Dios que le sos- tiene ¿ pero nuestro pecado de escándalo se consumó en su verdadera” malicia , siempre que con él demosá nuestro próximo ocasion de ruina espiritual. ¡O ama- dos pecadores de mi alma, qué poco pensais en esto! ¡Qué poco os exámingis de esto los que proferís pala- bras torpes , cantais lerras impuras , Ó haceis acciones inmodestas | Exáminais quando mucho -el número de vuestras palabras torpes , de vuestras acciones indecen- tes; ¿pero quándo habeis examinado el número de per- -sonas á quienes habeis escandalizado ? ¡O qué dolor tan digno de llorarse con lagrimas de sangre! ¿uso sabe el abismo de desórdenes en que se sumergió ese ni- ño y esa niña , esa muger y. ese hombre , por lo que hicisteis Ó dixisteis delante de ellos, ó con ellos? ¡O Dios inmortal! Vos solo sabeis hasta dónde llega la enor- midad de este pecado , y quánta sea la obligacion que Aenemos de exáminarnos en, este particular! | -- Abreviemos recopilandoen pocas palabrasquanto he- mos dicho en esta doctrina. Para hacer debidamente el ex.men es menester procurar averiguar los pecados de comision y omisión que se han hecho contra los diez preceptos de la santa ley de Dios, contra los cinco Man- damientos de la Íylesia: , y las obras de misericordia,