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DE QUARESMA: 403 - h virtud divina sus prodigios otros decian quepor arte del demonio hacia los milagros. No faltaban algunos Es- - cribas y Fariseos que seguían al Señor, y escuchaban -su doctrina. Péro ¡ó fieles oyentes mios, y con qué in rencion tan dañada! Oían sus Sermones, ¿pero con qué fin? Ya lo dice el Santo Evangelio: Ut eaperent cum in sermone: para vet" si se deslizaba en“alguña expre- sion, y calumniarle por ella. De suerte, señores; que - entre los millares de almas que-hoy: nos dice el sagta- doSos que seguían 4 a Jesucristo, habia dos espe- | es: unos que ente y con rectos co- razones le: seguían, y otros que: traidoramente le' ace= chaban. Por lo que, considerando- al mundo en núes: tros dias sobre este particular, del mismo modo que se hallaba entónces, es forzoso que sé compongán- nués- - tros auditorios de estas dos especies de personas: Las unas vendrán con sencillez para oir la "voz y practicarla - Convrecto corazon: las otras vendrán por curiosidad; sin espíritu , sin devocióny acasocon malicia. Lós unos ven+ drán como buenos cristianos y los otros rendrán de cris tianos solo el nombre. Tu quis és? Alina que me estás escuchando, ¿quien.eres tú2¿A qué partido” te inclinas? - ¿A:quál de estas dos especies de gentes té acomodas? Ved aquí reducido todo mi Sermona sola esta pregunta. Á csta pregunta , digo, que nossubministra campo para reflexio- nes inmensas. Sí señores. Masos valicra saberme responder prácticamenite a esta pregunta, que penetrar cl móvi- miento de los cielos, el iufuxo de los astros , el núme- EEE 2