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ss -— A e PE LUNES v orto sh ba: | DE LA SEGUNDA, DOmIca E E mad: Si enim non credideritis quia ego sum; y! moriemini in ora VEStro. a CoVIIEV. 24. “E, el Sicpaid quo dis: vmdolrdys E unas terribilísimas palabras del Señor. Palabras que lle- p nanuse a o las CORSidera»58 ye explica- rt bondad y dnisericoldia y rai“consigo, sih ¡co Mina dureza y aspereza tan formidables, que horroriza yel escucharlas: Jesucristo habla de esta suerte á una mul- tud de Judíos: Ego vado , et. qneretis me y et án:peo- -«cato. vestro moriemini. YO me aparto de VOSOttOS , y ¿me Ds - huscareis algun dia; pero como será «demasiado tarde, . morircis en pecado. Adonde yo voy vosotros no po= - deis»venir.: A lo: que cnc los Judíos : ¿'Acaso este hombre quiere matarse4 sí mismo? ¿Cómo dice! que - adonde él va nosotros no le podemos seguir? Vosotros, dixo el Señor, sois de la tierra, yo soy del ciélo: yo- sotros sois de este mundo, yo: nodo soy.: Ya os tengo dicho que miorireis en vuestro pecado. Sino crecis que yo soy el Mesías prometido en la- ley y los Profetas: Aquel que viéron en espíritu vuestros padres: aquel que £s la luz que ilumina 4 todo hombreque viene al:mun- do : aquel: Pastor búeno que conoce *Sus. ovejas ; y es | TOM. 1V. BBB