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Ml 17 | 4 26 «io DOCTRINA Ab» tambien para acusarme de todas álos pies de vuestros santos Ministros, dádmelas, Señor, 4 conocer en toda su multitud y gravedad. Y quedándose en silencio para oir la voz de Dios y recibir sus santas inspiraciones , va trayendo 412 memoria los lugares ó sitios por donde ha andado, los asuntos que ha manejado, las palabras con que se ha explicado , los pensamientos que frecuentes mente le han ocurrido , y poniendo al frente de todo la ley inmaculada del Señor, va cotejando sus pensamien= tos , sus palabras y sus obras, con todos y cada umo de sus divinos preceptos, para averiguar las culpas que contra ellos ha cometido en su gravedad y en su nú- mero. Si supiese leer, y tuviese alguno d | libros que traen ya formado el exámen sobre: todos los diez Mandamientos de la Ley de Dios, sobre los cinco _ preceptos de nuestra Santa Madre la Iglesia, sobre los siete pecados capitales, y las catorce obras de misericor- dia, con las respectivas obligaciones de su estado y de su empleo, esto podria servirle de mucho alivio en la fatiga de su memoria para acordarse de sus culpas. Si no tuviese por su pobreza algun pequeño libro que conten= ga estas cosas, Ó por desgracia de su poca educacion no supicre leer, no se aflija demasiado por eso. Entienda que,nadie,se condena por falta de una memoria feliz, sino por la mala voluntad, y por-la perversidad de su co- razon. _Clame el hombre 4 Dios con sinceridad y buena fe: coppere quanto está de su parte con los auxilios de Jadivipa gtacia, y no dude que no-selo exáminara los